¡REGOCIJAD! NACIÓ EL SALVADOR

Katherine R. Cottle


"Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna." Juan 3:16 (NVI)


Devoción:

Ah no, mi hijo había empezado a bailar el temido baile que me decía que se estaba por hacer encima. Estaba tan absorto en los enormes y bellos adornos navideños que colgaban del techo del paseo de compras que había ignorado completamente a su vejiga de 4 añitos.  Le estaba advirtiendo que necesitaba ir al baño. Estábamos a segundos de que se produjera un accidente y sin cambio de ropa.

Hace poco, los doctores habían catalogado a mi pequeñito con una enorme etiqueta: niño con trastorno pervasivo del desarrollo. La traducción simple: él aprende de modo distinto al de la mayoría,y las cosas que para los niños con un "desarrollo típico" son fáciles a él le resultan un desafío. Por ejemplo, el poder reconocer que su cuerpo necesita ir al baño y el comunicarme esa necesidad a mí. Tenía otras 20 cosas que lograr en el paseo de compras y no estaba lista para esto.

Gracias a la habilidad materna de rápidamente poder maniobrar y escurrirse entre la muchedumbre y evadir la enorme pila de regalos navidad de un solo salto logramos llegar al baño justo a tiempo.

La frustración comenzó a apoderarse de mi corazón. No es simplemente que estaba abrumada por la presión de la lista de mis quehaceres, sino también por la dificultad que mi hijo tenía con el reconocimiento y el poder de explicar sus necesidades. Señor, ¿podrá en algún momento decirme lo que está pasando por su cabeza? ¿Cómo vamos a llegarle al corazón?

Mientras nos lavábamos las manos, él de repente empezó a cantar con todo el corazón, "Joy to the world, the Lord has come, let earth receive her King." (¡Regocijad! Nació el Señor. ¡Que la tierra reciba a su Rey!) ¿De dónde salió esto? Me pregunté. Apaciguando la frustración de mi mente, me detuve a escuchar. La canción estaba tocando por el intercomunicador. Yo le había prestado oídos sordos a la misma.

Mi hermoso pequeño con su gran etiqueta había logrado escuchar lo que yo no había escuchado. Las mujeres que salían de sus baños individuales le sonrieron y cantaron con él. Creo que los ángeles nos hubieran incluido en su coro aquél día.

En ese momento sentí que el Señor me daba la certeza de que Él había creado a mi hijo y sabía cuáles eran sus necesidades y exactamente como alcanzarlo. Después de todo, de eso se trata la Navidad. Nuestro amado Padre, sabiendo nuestra necesidad del regalo de la salvación, alcanzó al mundo a través de Jesucristo. ¡Regocijad! Nació el Señor. ¡Recibamos a nuestro Rey!

Querido Señor, Gracias por conocer mis necesidades, haber enviado a Tu Hijo y haber creado la manera de llegar a mi corazón. Esta Navidad, por favor calma mis inquietudes y mi lista de quehaceres para que pueda escuchar Tu canción. En el nombre de Jesús, Amén.

Aplicación:
Escribe el nombre de dos personas por las que desees orar esta Navidad. Ora para que escuchen el mensaje de los villancicos durante las fiestas, y que se den cuenta de la gracia completa que se les ha puesto a su alcance a través de Jesucristo.

Recursos sugeridos:

¿Conoces a Jesús?

Más recursos

 

Puntos para reflexionar:

En una situación ocupada, ¿alguna vez te detuviste para escuchar lo que se dice a tu alrededor?

¿Cuál es tu nivel de regocijo hoy?


Versículos para recordar:
Isaías 7:14 "Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel." (NVI)

Mateo 6:8, "porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.…" (NVI)

1 Timoteo 1:15, "…Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores…" (NVI)


© 2008 por Katie Cottle. Todos los derechos están reservados.

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