Con Diseño Divino

Tres beneficios de dar gracias

De la Palabra de Dios: “Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18, NTV).

En el mes de noviembre se celebra en los Estados Unidos se celebrará el “Día de Acción de Gracias” [Thanksgiving Day], pero si nos vives en los Estados Unidos, no importa, porque para dar gracias a Dios no necesitamos un día especial, cualquier día es bueno. Y hoy quiero que hablemos de tres beneficios que recibimos al dar gracias a Dios.

Dar gracias genera confianza. Cuando pensamos en lo que Dios ha he hecho en nuestras vidas en las diferentes etapas; en la provisión que nos ha dado cuando no sabíamos de dónde vendría el sustento necesario; etc., y le damos gracias, estamos recordándonos a nosotros mismos que el Dios que lo hizo ayer, lo hará hoy y lo hará mañana. Y así crece nuestra confianza.

Jean Baptiste Massieu escribió: “La gratitud es la memoria del corazón”. No por gusto Dios les decía a los israelitas que construyeran monumentos que les recordaran lo que él había hecho, como sucedió por ejemplo cuando cruzaron el río Jordán. Dios sabe que tenemos un problema de memoria, y recordar lo que él ha hecho fomentará nuestra confianza. Cuando recordamos con acción de gracias nuestra fe se hace grande. Alguien dijo que “la cualidad principal de un discípulo que confía es el agradecimiento”.

Dar gracias produce alegría. Es imposible estar agradecido y deprimido a la misma vez. Cuando damos gracias reconocemos el favor de Dios sobre nuestras vidas y nos enfocamos en su bondad y en toda la bendición que tenemos. Tal es así que en el idioma hebreo, por ejemplo, la palabra gratitud muchas veces lleva una connotación de alabanza, canto. Cuando nuestros corazones se llenan de gratitud hacia Dios no hay lugar para la tristeza. Por eso tenemos pasajes como este: “Canten su gratitud al Señor; al son del arpa, entonen alabanzas a nuestro Dios” (Salmos 147:7).

Dar gracias nos hace más parecidos a Jesús. Cuando de corazón damos gracias a Dios, y a los demás, aprendemos a ser más humildes. Reconocemos que todo lo que somos y tenemos es en primer lugar el producto del favor de Dios. ¿Sabías que eso es lo que quiere decir dar gracias en griego, el idioma del Nuevo Testamento? La palabra griega es eucharisteo y uno de sus significados es estar conscientes del favor de Dios. Cuando tomamos conciencia del favor de Dios, nuestro corazón se viste de humildad. Y fue el mismo Jesús quien dijo: “…aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón”. Si me permites una definición más, esto es lo que dice la Real Academia sobre la humildad: Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento. Dar gracias nos recuerda nuestras limitaciones y nos dirige la mirada hacia la omnipotencia de Dios.

De manera que dar gracias tiene, entre muchos otros, estos tres beneficios para nuestras vidas. Tal vez nunca lo habías visto de esta manera. ¿Te animas a asumir como estilo de vida una vida de gratitud? De hecho, es en realidad un mandato de Dios, parte de su diseño, como dice el versículo del principio: “Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18, NVI).

¿Quieres algunas ideas para dar gracias? Aquí te comparto una, el diario de gratitud. Y te invito a visitar mi página donde estamos realizando el “Desafío a dar gracias 2014”.

Vive con gratitud, como Dios lo diseñó,

Wendy

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