Con Diseño Divino


Cuestión de carácter

De la Palabra de Dios:“Quiero que entiendan lo que realmente importa, a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva.  Que estén siempre llenos del fruto de la salvación —es decir el carácter justo que Jesucristo produce en su vida— porque esto traerá mucha gloria y alabanza a Dios” (Filipenses 1:10, NTV).

Hoy vamos a hablar de “lo que realmente importa”…y tal vez te sorprenda saber que ese algo es nuestro carácter.

Quiero que entiendan lo que realmente importa… Pablo estaba a punto de decirles algo muy importante. ¿Y por qué estaba tan interesado en revelar esas verdades importantes? Él mismo responde: “a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva”. Esa es la meta. Así que, prestemos atención porque ahora viene la primera pepita de oro.

Que estén siempre llenos del fruto de la salvación —es decir el carácter justo que Jesucristo produce en su vida. Toma unos segundos y vuelve a leer ese versículo, despacio. ¿Lo captaste? Lo realmente importante es que estemos llenos del fruto de la salvación…y ese fruto es el carácter justo que Cristo produce en nosotros. ¿Frase clave? Carácter producido por Cristo.

La Real Academia da varias definiciones para esta palabra, pero hay dos en las que quiero detenerme y que las vinculemos con lo que Pablo nos dice:

Carácter: Conjunto de cualidades… propias de una cosa, de una persona o de una colectividad, que las distingue, por su modo de ser u obrar, de las demás.

Eso es nuestro carácter. Algo con lo que tantas veces luchamos porque ese conjunto de cualidades a menudo no son lo que quisiéramos, ¿cierto? Sin embargo, Pablo nos dice que el fruto de nuestra salvación es el carácter justo. El fruto, es decir, el resultado. La salvación que Cristo nos dio en la cruz, además de implicar para nosotros vida eterna y perdón de pecados, implica también vida nueva, vida transformada. Carácter justo…producido por Cristo.

Interesante que otra acepción de carácter dice: “Señal o marca que se imprime, pinta o esculpe en algo”. Es decir que ahora nuestro carácter es una señal de Cristo en nosotros.  Él la puso ahí.

Eso me desafía mucho. ¿Y a ti? ¿Y sabes por qué el desafío? Por lo que dice el final del versículo: “porque esto traerá mucha gloria y alabanza a Dios”.  El fruto de Cristo en mi vida debe ser para gloria y alabanza de Dios. Sin embargo, tantas veces mi carácter produce cualquier cosa menos gloria y alabanza a Dios. Con honestidad lo digo.

¿Cuál es la esperanza entonces? CRISTO. Es Cristo quien va produciendo en nosotros el cambio. Lo mencionábamos el viernes en el video blog, es un proceso, una obra en construcción. Y para ello Dios usa al Espíritu Santo.

Regresando al principio, Pablo tenía un mensaje claro para los filipenses, y para nosotros. Entendamos lo verdaderamente importante: nuestro carácter, aquello con lo que la gente interactúa cada día. Y ese carácter es para darle gloria y alabanza a Dios, es la verdadera señal de la obra de Cristo en nosotros. No puedo decir que soy de Cristo, cristiana, y reflejar con mi carácter todo lo contrario.

Mi querida amiga, yo quiero entender lo que es realmente importante, ¿y tú? Quiero un carácter que refleje a Cristo, que verdaderamente muestre a los demás su obra en mi vida. Y eso solo lo logro rindiéndome a la obra diaria de su Espíritu en mí. Lo necesito, oh sí, cuánto lo necesito. ¿Y tú?

Wendy

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