Con Diseño Divino

Una vida de gratitud

De la Palabra de Dios:“Es bueno dar gracias al Señor, cantar alabanzas al Altísimo” (salmos 92:1, NTV).

Uno de los versículos que Dios ha usado para llevarme a vivir una vida de gratitud se encuentra en Salmos 50:23. “Quien me ofrece su gratitud, me honra” (NVI).

Resulta que decidí buscar esa palabra, gratitud, en una Biblia interlinear y gratitud, en hebreo, tiene esta definición:

Towdah: confesión, alabanza, acción de gracias,  alabar a Dios, himno de alabanza, el sacrificio de acción de gracias.

¡Qué precioso! De manera que gratitud lleva implícito la alabanza a Dios y también un sacrificio. Cuando agradecemos a Dios estamos alabándole por todas sus bondades, por su provisión, su protección.

Pero más interesante todavía me resulta el vínculo de gratitud con sacrificio. ¡Es verdad que muchas veces dar gracias a Dios se convierte en un sacrificio porque nuestra naturaleza humana es egoísta! Es mucho más fácil presentar una lista de quejas y peticiones, ¿verdad? Sin embargo, mira lo que nos enseña este Salmo:  

Entren por sus puertas con acción de gracias; vayan a sus atrios con alabanza. Denle gracias y alaben su nombre. Pues el Señor es bueno. Su amor inagotable permanece para siempre, y su fidelidad continúa de generación en generación.  (Salmos 100:4-5, NTV)

Aunque es un llamado a la alabanza y hace referencias al templo de Dios, el lugar donde el pueblo esperaba encontrarse con él cuando iba a adorar, podemos usar esta misma táctica antes de entrar a la presencia de Dios cada día: la acción de gracias. Antes de presentarle nuestra lista de peticiones, ¿por qué no llegar con una lista de agradecimiento, una ofrenda de “gracias”? Podría ser un sacrificio porque las cosas que nos preocupan, que nos faltan, que nos inquietan, luchan por ocupar el primer lugar en nuestro encuentro con Dios. Sin embargo, cuando llegamos con nuestra alabanza y nuestro sacrificio de acción de gracias, le estaremos honrando, tal y como nos indica el pasaje del principio.

Y lo interesante es que a medida que agradecemos a Dios y por consiguiente le alabamos, las cosas que antes tanto nos preocupaban e inquietaban, las que querían tener el primer lugar en la lista, comienzan a palidecer en importancia porque nuestro corazón está enfocado en la bondad y la fidelidad de Dios. El mismo Dios que se hará cargo de todas esas preocupaciones e inquietudes. ¡Aleluya!

La vida que Dios diseñó para nosotros es una vida llena de agradecimiento, pero eso es un ejercicio. Tenemos que practicarlo cada día. Por eso quiero invitarte a visitar mi página web {www.wendybello.com} donde durante todo el mes de noviembre estaremos realizando el “Desafío a dar gracias 2014”.  ¡Te esperamos!

Vive con gratitud, como Dios lo diseño,

Wendy

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