Con Diseño Divino

Lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos

De la Palabra de Dios: “La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos” (Santiago 5:16, NTV).

La vida definitivamente cambia el día en que nacen nuestros hijos o que nos convertimos en madres, como quieras ponerlo. A nuestra lista de “preocupaciones” se suma el educar, instruir, cuidar, velar y luchar por el futuro de estas personitas que Dios ha puesto bajo nuestras alas. Con razón las ancianas siempre dicen a las jóvenes: “a partir de ahora tu vida nunca será igual”. Y tienen razón, no lo es.

Sin embargo, a veces corremos el peligro de volvernos madres tan temerosas que no disfrutamos la bendición de criar a nuestros hijos porque el miedo a lo que pueda suceder nos roba el gozo. Y sí, sé que muchas veces tenemos motivos más que suficientes porque la salud les falla, las cosas en la escuela no van bien, toman malas decisiones, etc. Pero por otro lado, no podemos olvidar que antes de ser nuestros, le pertenecen a Dios. Él sabía de antemano todo lo que sucedería con estas vidas y que no está bajo nuestro control. Hace un tiempo hablé de ello en este video porque la realidad es que los hijos son de Dios.

Lo que sí tenemos bajo nuestro control es pelear la batalla por sus vidas. ¿Cómo? Orando. Después de haber hecho todo lo que nos corresponde, y me refiero a instrucción, disciplina, y demás, tenemos que descansar en que hasta ahí pudimos llegar. El resto lo tenemos que pelear orando.

Así que hoy voy a compartir contigo algunos pasajes para orar por nuestros hijos. Parte de esta guía la escribí hace algún tiempo pero hoy te regalo una versión aumentada que espero te ayude en esta batalla. Estas oraciones están basadas en los pasajes citados.

Por su crecimiento físico.

“…el niño crecía sano y fuerte”, (Lucas 2:40).

Que conozcan al Señor y tengan una relación personal con él.

“Todos los que crean en él y lo reciban, tienen derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, por medio de un nacimiento que proviene de Dios” (Juan 1:12-13).

Que el plan y propósito de Dios se cumplan en sus vidas.

“Señor, lleva a cabo los planes que tienes para su vida, pues tu fiel amor, oh Señor, permanece para siempre. No les abandones, porque tú les creaste”, (Salmos 138:8).

Que sus vidas glorifiquen a Dios.

“Ellos, en su justicia, serán como grandes robles que el Señor ha plantado para su propia gloria… que muestren su confianza en ti al obedecer tus leyes y que el deseo de su corazón sea glorificar tu nombre”, (Isaías 61:3, Isaías 26:8).

Que obedezcan a Dios y su Palabra

“Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien…Los jóvenes se mantienen puros obedeciendo la Palabra de Dios”, (Josué 1:8 Salmos 119:9).

Que busquen siempre la sabiduría de Dios y aprendan a tomar buenas decisiones

El temor del Señor es la base de la sabiduría. Conocer al Santo da por resultado el buen juicio… el Señor concede sabiduría, de su boca provienen el saber y el entendimiento…La sabiduría les salvará de la gente mala, de los que hablan con palabras retorcidas y de la mujer inmoral… Adquirir sabiduría es amarse a uno mismo; los que atesoran el entendimiento prosperarán”, (Proverbios 9:10, 2:6, 2:12, 19:8)

Que vivan su juventud para Cristo.

“Que no dejen que la emoción de la juventud les lleve a olvidarse de su Creador. Que lo honren mientras sean jóvenes, antes de que llegue la vejez y digan: ‘La vida ya no es agradable’”, (Eclesiastés 12:1).

Que tengan definida su identidad se*ual, dada por Dios, y que huyan de toda inmoralidad.

“¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de Dios? No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado se*ual… o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad… ninguno de esos heredará el reino de Dios. Porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo…” (1 Corintios 6:9-10).

Que sean un ejemplo para su generación

“Que no permitan que los subestimen por ser jóvenes sino que sean un ejemplo para todos los creyentes en lo que digan, en la forma en que viven, en su amor, su fe y su pureza” (1 Timoteo 4:12).

Que aprendan a huir de la tentación

“Señor que huyan de todo lo que estimule las pasiones juveniles. En cambio, sigan la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Que mis hijos aprendan a disfrutar del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro” 2 Timoteo 2:22.

Que se guarden puros para el esposo o la esposa que tendrán y sean fieles.

“Que aprendan a honren el matrimonio, y mantenerse fieles el uno al otro. Con toda seguridad, Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio…que entiendan que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ellos y les fue dado por Dios”, Hebreos 13:4, 1 Corintios 6:19.

Que siempre la bendición de Dios sobreabunde en su vida

“Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.” Efesios 1:3

Esto es solo un punto de partida. Puedes agregar muchos otros pasajes. Orar con la Palabra de Dios nos ayuda a orar conforme a la voluntad de Dios y con un corazón alineado al suyo.

(Publicado originalmente en wendybello.com)

© 2019 Wendy Bello
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