Con Diseño Divino

Lo mejor que puedo hacer este año

De la Palabra de Dios:“El Señor le dijo: —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará” (Lucas 10:41-42).

Cada año que comienza implica nuevos retos. Tenemos largas listas de cosas que quisiéramos lograr, otras pendientes, proyectos por empezar y otros por terminar… Pensando en las tantas cosas que tengo por delante, este pensamiento cruzó por mi mente: lo mejor que puedo hacer este año… ¿qué es?

Lo mejor que puedo hacer NO será preocuparme por si todos los detalles están cubiertos.

Lo mejor que puedo hacer NO será afanarme porque todo luzca perfecto en mi casa.

Lo mejor que puedo hacer NO será repasar en la mente una y otra vez las listas para que nada se olvide.

Lo mejor que puedo hacer ES quedarme en silencio para escuchar lo que Dios tiene que decirme.

 Lo mejor que puedo hacer ES ser fiel a mi encuentro con él cada mañana.

Lo mejor que puedo hacer ES pedirle cada día que me llene con su Espíritu, porque llena de él estaré vacía de mí.

Lo mejor que puedo hacer ES reconocer que él tiene el control, no yo. Tengo que hacer mi parte pero al final los resultados son de él.

Lo mejor que puedo hacer ES buscar que su nombre sea honrado en todo lo que hago, en todo lo que soy.

Lo mejor que puedo hacer ES recordar sus promesas para cuando mis pensamientos traten de irse por el camino de la duda y el temor.

Lo mejor que puedo hacer ES contar mis bendiciones y agradecerle al Autor de las mismas, porque un corazón agradecido es un corazón que reconoce al dador de la provisión.

Lo mejor que puedo hacer ES amar a los que él ha puesto a mi alrededor y no dejar que mi lista de pendientes me robe el disfrutar de momentos pequeños, de sonrisas, de la oportunidad de escuchar, de animar o consolar.

Lo mejor que puedo hacer ES confiar en que mi vida está en manos del Creador del universo, y también lo están los asuntos de mi agenda.

Lo mejor que puedo hacer ES ser obediente y dejar mis cargas y preocupaciones a sus pies.

Lo mejor que puedo hacer ES renunciar a mí misma y ponerme en las manos del que me diseñó.

Sí, el año puede estar lleno de desafíos, pero tenemos la posibilidad de escoger cómo vivir, decidir qué es lo mejor que podemos o no hacer. Dame, Señor, la sabiduría para, como María, escoger la mejor parte. Ayúdame a poner riendas a mi corazón de Marta. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

© 2019 Wendy Bello
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