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La Sub Creación 

Colosenses 1:16-1

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten...”   "¿Cuál es el lugar del arte en la vida cristiana?", preguntó Francis Schaeffer. Muchas personas han reflexionado sobre la misma cuestión. Escritores que podrían, en general, considerarse dentro de una cosmovisión cristiana han comentado sobre este tema antes. Quizá la más famosa cita sobre el tema es de J.R.R. Tolkein, quien dice esto acerca de sus historias de fantasía: 

Un creador de historias demuestra ser un "sub-creador" exitoso. Él crea un mundo secundario al cual su mente puede entrar. En su interior, lo que el relata es "verdadero": que concuerda con las leyes de ese mundo. Por lo tanto, usted lo cree mientras usted está, por así decirlo, en el interior. 

Schaeffer da dos razones por las que el arte tiene valor. 

En primer lugar, porque una obra de arte es una obra de la creatividad, y la creatividad tiene valor porque Dios es el creador…. 

Segundo, una obra de arte tiene valor como una creación porque el hombre está hecho a imagen de Dios y, por lo tanto, el hombre no sólo puede amar y pensar y sentir emoción, pero también tiene la capacidad de crear. 

Nosotros creamos, porque nuestra creatividad refleja la creatividad de Dios, y porque estamos hechos a imagen de Dios, quien es el Creador. Por lo tanto, Schaeffer está diciendo que la creatividad puede ser una buena cosa, porque refleja el carácter de Dios. 

Sin embargo, hay una diferencia entre nuestra creatividad y la de Dios. Nuestra creatividad es una creatividad de la imaginación. Utilizamos materiales preexistentes, y no hay ninguna realidad detrás de estas formas. Dios, en cambio, creó ex nihilo - de la nada. Y, Él creó la realidad en la que vivimos. 

Cuando vemos todo lo que has creado, Oh Señor, nos admiramos de Tu grandeza. Te agradecemos que nos hayas creado creativos. Oramos que podamos utilizar nuestro talento creativo, para traerte honor y gloria. Amén. 

Schaeffer, F. (1973), El arte y la Biblia , en las obras completas de Francis Schaeffer, Volumen 2 , (Westchester, IL: Editorial), pág. 375. Tolkein, J.R.R. (1947), de cuentos de hadas, de la página 12 , visitada 04/24/2017. Ob cit , pág. 394. Imagen: Adobe Stock Photos, con licencia de autor. 

 

 

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