Amor de ocho brazos

Mateo 23:37
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, pero no quisiste!”

Aunque muchas personas piensan que el pulpo es una criatura fea, el pulpo es inteligente. La madre pulpo pone mucho amor y esfuerzo en el cuidado de sus críos.

Los huevos fertilizados de pulpo son del tamaño de un grano de arroz. Están conectados en racimos sobre tallos delgados. Una vez que sus huevos han salido y han sido fertilizados, la madre pulpo cuelga los hilos conteniendo sus huevos del techo de su hogar. Podría ser una cueva de piedra o incluso una estructura cerrada y oscura hecha por el hombre. Para cuando termina colgando sus huevos, ella tendrá casi 20.000 capsulas de marfil encordonados a su alrededor.

Pero ahora empieza su verdadero trabajo. Hasta que los huevos se abran, la madre pulpo renuncia a su comida, concentrándose en nada más que limpiar sus huevos de cualquier material que pueda resultar en una infección de hongo o parásito. Ella acurruca los huevos gentilmente en sus brazos, cepillando cada uno de sus 20.000 huevos, y a veces lavándolos con chorros de agua. No hay nada más que pueda hacer por sus críos, pero este cuidado recibe su única atención.

Se dice ciertamente que uno no puede crear algo que no tiene. Si uno no tiene amor, no puede crear amor en otros. Por lo tanto el Creador del pulpo debe saber mucho acerca de dar un amor individual y cuidado a una multitud de individuos. La Biblia es la propia descripción de nuestro Creador y de Su amor por usted y por mí. Sea que usted conozca o no el cuidado y amor de su Creador, usted puede aprender de la profundidad de Su cuidado por nosotros a través de Cristo Jesús en las páginas de la Biblia.

Oración: Amado Padre, no solo es evidente Tu habilidad y sabiduría en la creación, pero también podemos ver indicios de Tu amor también. Ayúdame a darme cuenta más completamente lo que realmente significa para mí Tu amor personal e íntimo en mi vida diaria. En Nombre de Cristo Jesús. Amén.

Notas: Ruggieri, George D., with Norman David Rosenberg. 1978. “The healing sea.” Science Digest, Aug. p. 18.

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